Lúpin...¡Con la lengua afuera!
Y sí, así quedamos después del Homenaje a Lúpin: "con la lengua afuera". Se trató del Homenaje Anual 2005 que organizamos desde el Museo de la Caricatura Severo Vaccaro. Cuando digo "organizamos" me refiero a la Comisión Organizadora del Museo conformada por Nora Ygounet, Marcelo Niño, Fabián Mezquita y quien te escribe. Eventos (y momentos) como estos son altamente gratificantes para el espíritu, pero una vez que las luces se apagan, quedamos de cama. Pero vale la pena ¡¡¡Por supuesto que sí!! Hay mucho por hacer en nuestro país, y sobre todo mucho por hacer y construir en el campo del dibujo, la historieta y el humor gráfico. Para empezar, es recontranecesario rescatar los grandes valores de nuestro pasado dibujístico, para tenerlos presentes en el "hoy". Para eso sirve la Historia, para ver en ella lo bueno y lo malo: de lo primero se aprende y se mejora ¡¡Y de lo segundo también, sobretodo no volviéndolo a repetir!!
Desde el Museo Vaccaro sostenemos que los homenajes hay que hacerlos en vida del homenajeado, para que el Maestro pueda sentir en carne propia el cariño y aprecio que todos sentimos por su obra, por su hacer.
En este 2005, con mis compañeros (y con la debida aprobación del Dr. Fernández Vaccaro), hemos decidido que los homenajeados fueran Guillermo Guerrero y Héctor Sídoli, ambos con 82 añitos a cuestas, y únicos hacedores de la Revista Lúpin, publicación de historietas y hobbies que lleva nada más y nada menos que 40 años en los kioscos del país. No solo que es todo un récord para una revista argentina, sino que es UN MILAGRO para una publicación nacional de historietas.
El Homenaje lo llevamos a cabo en el Auditorio de la Universidad de Palermo (donde hicimos el homenaje de Eduardo Ferro en el 2004). En esta oportunidad, cada dibujante realizó un banderín con un motivo referido a Lúpin y su cumpleaños. Juntamos casi 100 motivos diferentes en un año de intenso trabajo, y los expusimos como "guirnaldas cumpleañeras" en la entrada del auditorio (abajo de todo podés ver el que hice yo). Mientras Marcelo y Fabián se ocupaban de montar las guirnaldas (admito que soy un desastre para montar cosas), yo inflaba globos con la ayuda de la correntina Cecilia Romero (de la UP) y armaba avioncitos de papel con Cilencio.
Juan Sáenz Valiente realizó un dibujo para uno de los afiches del evento, ya que el otro contiene una de las obras de Guerrero que se encuentra en el Museo. Haciendo un "popurrí" de lo acontecido, te cuento que Julio Lagos ofició de presentador (una vez más), proyectamos unos dibujos animados caseros de Héctor Sídoli, Osvaldo Laino dirigió unas palabras a la concurrencia, y la cocinera-dibujante Blanca Cotta hizo entrega de una torta sobre el final del evento, en el momento mismo cuando todos cantamos el cumpleaños feliz lanzando al aire una centena de avioncitos de papel (una brillante idea de Pablo Fernández) ¡Ah! Y los chicos del Museo del Dibujo Oscar Blotta de la ciudad de 25 de Mayo, comandados por Gustavo González, también fueron de la partida. Se vinieron todos juntos (Martha, Cecilia, Damián, Ruth, etc) en un camión-casa rodante, para acompañar a los maestros Guerrero y Sídoli.
Ni bien finalizó el homenaje, ya Marcelo pensaba en el que viene, en el 2006, que será nada más y nada menos que al gran Roberto Fontanarrosa ¡¡Vayamos por el Cuarto Homenaje, que todavía hay mil más por hacer!! Mientras tanto, disfruto de los recuerdos de este que recién pasó, repaso en mi memoria las caras de felicidad de Guerrerito y Sídoli, me tomo una hepatalgina, luego un tafirol, y me meto en la cama. Por favor, cuando termines de leer este post, apagá la luz. Gracias.
Desde el Museo Vaccaro sostenemos que los homenajes hay que hacerlos en vida del homenajeado, para que el Maestro pueda sentir en carne propia el cariño y aprecio que todos sentimos por su obra, por su hacer.
En este 2005, con mis compañeros (y con la debida aprobación del Dr. Fernández Vaccaro), hemos decidido que los homenajeados fueran Guillermo Guerrero y Héctor Sídoli, ambos con 82 añitos a cuestas, y únicos hacedores de la Revista Lúpin, publicación de historietas y hobbies que lleva nada más y nada menos que 40 años en los kioscos del país. No solo que es todo un récord para una revista argentina, sino que es UN MILAGRO para una publicación nacional de historietas.
El Homenaje lo llevamos a cabo en el Auditorio de la Universidad de Palermo (donde hicimos el homenaje de Eduardo Ferro en el 2004). En esta oportunidad, cada dibujante realizó un banderín con un motivo referido a Lúpin y su cumpleaños. Juntamos casi 100 motivos diferentes en un año de intenso trabajo, y los expusimos como "guirnaldas cumpleañeras" en la entrada del auditorio (abajo de todo podés ver el que hice yo). Mientras Marcelo y Fabián se ocupaban de montar las guirnaldas (admito que soy un desastre para montar cosas), yo inflaba globos con la ayuda de la correntina Cecilia Romero (de la UP) y armaba avioncitos de papel con Cilencio.
Juan Sáenz Valiente realizó un dibujo para uno de los afiches del evento, ya que el otro contiene una de las obras de Guerrero que se encuentra en el Museo. Haciendo un "popurrí" de lo acontecido, te cuento que Julio Lagos ofició de presentador (una vez más), proyectamos unos dibujos animados caseros de Héctor Sídoli, Osvaldo Laino dirigió unas palabras a la concurrencia, y la cocinera-dibujante Blanca Cotta hizo entrega de una torta sobre el final del evento, en el momento mismo cuando todos cantamos el cumpleaños feliz lanzando al aire una centena de avioncitos de papel (una brillante idea de Pablo Fernández) ¡Ah! Y los chicos del Museo del Dibujo Oscar Blotta de la ciudad de 25 de Mayo, comandados por Gustavo González, también fueron de la partida. Se vinieron todos juntos (Martha, Cecilia, Damián, Ruth, etc) en un camión-casa rodante, para acompañar a los maestros Guerrero y Sídoli.
Ni bien finalizó el homenaje, ya Marcelo pensaba en el que viene, en el 2006, que será nada más y nada menos que al gran Roberto Fontanarrosa ¡¡Vayamos por el Cuarto Homenaje, que todavía hay mil más por hacer!! Mientras tanto, disfruto de los recuerdos de este que recién pasó, repaso en mi memoria las caras de felicidad de Guerrerito y Sídoli, me tomo una hepatalgina, luego un tafirol, y me meto en la cama. Por favor, cuando termines de leer este post, apagá la luz. Gracias.
1 Comments:
Estos esfuerzos son duros pero valen la pena. Para mi asi se celebra la VERDADERA CULTURA DEL PAIS...Y como el nuestro es un pais con tendencia al olvido, es bueno seguir manteniendo estas rutas bien iluminadas. Bravo, muchachois!
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